Como dueño de empresa serás responsable de pagar una variedad de impuestos locales, regionales y nacionales, tales como impuesto a las ganancias – al igual que los empleados pagan impuestos sobre lo que ganan –, además de otros impuestos de nóminas, licencias y permisos comerciales, impuestos a las ventas y consumo e impuestos al trabajo autónomo.

Los impuestos que pagas dependen de tu línea de negocios, del tipo de entidad empresarial que crees, de la designación fiscal que elijas y de la ubicación de tu empresa. Los impuestos variarán según el país y la región en la que te encuentres y pueden ser complicados; por lo tanto, es sensato consultar con un contador y con un abogado comercial a fin de asegurarte de cumplir con todas las leyes pertinentes.